miércoles, 27 de mayo de 2015

La siguiente después de la importante.

Antes siquiera de terminar nuestra segunda cita yo ya sabía de su historia con él. No había pasado mucho tiempo desde que nos conocimos y su nombre ya había sido mencionado en nuestra conversación más de 5 veces. Pensé en que no soy partidaria de las reglas en las citas, ni de unas normas a seguir, así que no lo descartaría por hablar de su ex cuando nos acabábamos de conocernos. Además, nunca pensé que me enamoraría tan profundamente de él.
Me contó que habían terminado hacía relativamente poco, y que se habían tenido que separar porque ella tenía algunas dudas, le daba miedo tener una relación seria, como la de los mayores puesto que ellos no eran tan mayores. Pero fue muy muy difícil para él separarse de ella. En un principio no me importó escucharlo hablar de ella, de cómo ella lo había marcado, de lo importante que había sido, de que había sido la primera vez que estaba enamorado de verdad. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, él más me gustaba y escuchar ese nombre colarse de vez en cuando en nuestras conversaciones cada vez me producía más rabia. Especialmente porque me atormentaba pensar que ellos no lo habían dejado porque no se querían, sino porque ella tenía miedo a amar. Y ese sentimiento seguía creciendo a medida que avanzaba la relación. No podía creer la etiqueta que me había puesto yo misma ''la siguiente después de la importante''. Me convertí en alguien que ni yo reconocía. Me volví paranoica, histérica, celosa, negativa, insegura, posesiva,dudaba de todo lo que me decía. No quería ser el clavo que sacara el otro clavo, y a pesar de haber encontrado el amor de mi vida, estaba lejos de alcanzar la felicidad. Tampoco le contaba lo que me pasaba. Él no me reconocía ni sabía porque me comportaba así. Me hundía en mi propia angustia, rabia e impotencia, preguntándome porque no podíamos ser una pareja normal, como en las películas de disney. En esas películas las cosas son simples y ambos son el primer  y único amor del otro. Pero inevitablemente las cosas se complicaron, yo cada vez era más posesiva y celosa a pesar de no tener razones para ello. Tuvimos que darnos un tiempo, no podía seguir siendo esa niña que se comportaba como si él fuese mío y ahogarlo. Entendía que él ya no soportara a alguien con tanta negatividad a su lado, ni tan celosa. Y a pesar de todo, y de que el nombre de su ex apareciese de vez en cuando, él realmente era perfecto conmigo. Preocupado, atento, caballero, sensible. Y yo no lo veía, solo por el ridículo hecho de que quería escuchar de él las palabras ''eres mi gran amor'' o ''eres la primera persona a la que amo, mi primer amor''.  Y, ahí me di cuenta de la estupidez que había hecho. Me di cuenta de que sus acciones decían mucho más que eso, y esta vez me cambié yo misma mi etiqueta. Y comprendí que las cosas no son o blanco o negro. Que uno sí puede enamorarse más de una vez en la vida, y que un amor importante no tapa ni reemplaza el recuerdo del otro, sino que lo complementa. Me di cuenta de que las relaciones terminan por algo y que por alguna razón, había algo que no los había destinado a estar juntos, pero sí a nosotros. Me di cuenta que mucho de lo que él era ahora había sido por esa relación importante, y que ser la ''siguiente'' en realidad tenía otro significado. Esta vez, ser la siguiente significaba que él había podido continuar con su vida a pesar de haber sufrido anteriormente, que a pesar de haber tenido un gran amor, este no había sido el único y que había podido abrir su corazón a una nueva oportunidad.
Vamos a hacer 3 años, ya, juntos y él nunca ha sabido el porque de mi cambio de actitud. Así que si me lees, espero que lo comprendas y decirte que no sé que puede pasar de aquí en adelante, pero lo que si sé, es que aunque no me lo hayas dicho sé que yo también soy un gran amor en tu vida.

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